Qué es el IRPF y cómo afecta a trabajadores y autónomos

Qué es el IRPF y cómo afecta a trabajadores y autónomos; Se trata de un impuesto que se aplica a los ingresos de las personas físicas residentes en España. Se caracteriza por ser progresivo. Es decir, que aumenta a mayor renta se obtenga anualmente. Además, su pago es obligatorio. No obstante, parte del mismo puede regresar a la cuenta del pagador, en caso de la Declaración de la Renta salga «a devolver».

El IRPF es uno de los ingresos fijos con los que cuenta la Agencia Tributaria para financiar los gastos del Estado. A pesar de que grave los ingresos de un año, se anticipa una cantidad cada cierto tiempo a modo de previsión. Posteriormente, el pago se regularizará en la Declaración de la Renta.

Partes del IRPF

La cantidad sobre la que se calcula el IRPF se denomina base imponible y consta de dos partes:

Base Imponible General

Principalmente, la base imponible general se refiere a los ingresos totales provenientes del trabajo (rendimientos del trabajo) y del alquiler de inmuebles (rendimientos del capital inmobiliario). 

No obstante, también incluye a otras rentas de carácter financiero, como las pensiones, inversiones, apuestas o indemnizaciones por seguros.

A cada ingreso hay que aplicarle el gasto fiscal correspondiente. De esta manera,  obtenemos el rendimiento neto.

Base Liquidable 

Una vez apuntados los ingresos (con su reducción fiscal), es hora de anotar las reducciones y deducciones correspondientes. Aquí aparecerán las 
reducciones de la base imponible del IRPF y las deducciones por maternidad, familia numerosa e hijos con discapacidad a largo plazo. 

El resultado total entre ambas operaciones constituye la Base Liquidable. Sobre este importe, aplicaremos el IRPF estipulado por la ley. 

Qué es el IRPF y cómo afecta a trabajadores y autónomos

Cómo afecta el IRPF a los trabajadores

La retribución del trabajo realizado por cuenta ajena se percibe en el salario. Como ya sabemos, todo ingreso está sometido a un gravamen por parte del Estado. Por tanto, dentro de la nómina, figurará el importe del salario que vayamos a percibir junto a una reducción porcentual (el IRPF). De la diferencia entre las dos cantidades obtendremos el sueldo final. 

El pago de este IRPF corresponde a la empresa, que lo abona con el sueldo percibido por parte del trabajador. Posteriormente, el trabajador podrá deducirlo cuando realice la Declaración de la Renta.

Si escogemos un IRPF bajo, obviamente, pagaremos menos dinero al Estado y nos quedará más sueldo que disfrutar. Sin embargo, esta aparente ventaja puede ser contraproducente después. El IRPF es un impuesto progresivo, recordad. En caso de que nuestros ingresos requieran un gravamen más alto, nos tocará abonar la diferencia cuando hagamos la Declaración de la Renta. 

Si escogemos un IRPF alto, nuestros ingresos se verán afectados al percibir una cuantía inferior a la que nos corresponde. No obstante, el resultado de nuestra Declaración de la Renta dirá que el Estado nos tiene que devolver el exceso de diferencia. El IRPF es una previsión que, una vez satisfecha, se compensa por su propia cuenta. 

Cómo afecta el IRPF a los autónomos

Un autónomo es empresa y trabajador al mismo tiempo. Por tanto, debe realizar ambas funciones por su cuenta. Esto incluye, claro está, el pago de IRPF.

Como hemos visto en el apartado anterior, la empresa se encarga de abonar el IRPF al Estado. Ahora, es el autónomo quien debe cumplimentar el pago en la declaración trimestral del IRPF (modelo 130).

Sin embargo, la actividad que desarrolla un autónomo puede tener diferentes retenciones. O no tenerlas. Por tanto, aconsejamos informarse y asesorarse de manera adecuada antes de iniciar la actividad correspondiente. Son tantos los casos que se estudian que no podemos explicarlos en un solo artículo.