¿Qué es una franquicia?

Si quieres saber qué es una franquicia, debes de saber primero que una empresa se puede expandir bien abriendo una nueva sucursal o bien concediendo derechos de explotación de su propio negocio. Cuando lo hace mediante esta segunda modalidad, la empresa establece un acuerdo de franquicia con otra persona.

Franquicia

En primer lugar, el crecimiento empresarial es muy similar al de la división celular. Llega un momento en el que el negocio puede efectuar la bipartición y deja de ser una entidad única para transformarse en dos iguales. Por ejemplo, cuando una tienda abre otro local.

Por otro lado, otros organismos se expanden mediante la ramificación sobre un cuerpo central, que es lo que hacen los árboles y los negocios grandes, como los bancos cuando abren sucursales.

No obstante, las franquicias siguen un proceso más similar al de la esporulación. Es decir, que el negocio «regala» sus células al aire para reproducirse sin dependencia del cuerpo madre. Por lo tanto, mantiene su código genético, pero no interviene en su desarrollo posterior.

Cómo funciona una franquicia

Como todo acuerdo, una franquicia depende de dos personas: el franquiciador y el franquiciado. La primera llega a un acuerdo de cesión de derechos de explotación de su marca, producto o actividad con la segunda, para que esta se encargue de desarrollar el negocio, siguiendo las indicaciones y normas de la primera.

El franquiciado, por lo tanto, se limita a gestionar el negocio. Esto quiere decir que paga a la empresa principal para disfrutar de los privilegios de su nombre, pero no tiene libertad para modificar ni los materiales ni el sistema de trabajo.

A su vez, el franquiciador establece todas las condiciones de explotación de la franquicia y le proporciona los elementos que necesite, tanto para su desarrollo como para su publicidad. También se encargará de formar al franquiciado para que implemente el modelo de trabajo de la empresa.

Ventajas de las franquicias

Obviamente, el franquiciador se beneficia de una expansión sin coste por su parte. Además, el franquiciado tiene la obligación de comprarle al franquiciador su producto, por lo que también recibirá ingresos constantes por su venta.

Otro beneficio importante es que la franquicia le permite alcanzar un público nuevo en una zona distinta. Así, potencia su imagen de marca sin necesidad de invertir en campañas de captación de clientes.

Respecto al franquiciado, comienza su andadura comercial con el apoyo y reputación de una empresa establecida. De esta manera, solo tiene que seguir sus directrices, sin preocuparse de elaborar un plan de negocio o de buscar proveedores, puesto que el franquiciador se encarga de ese apartado.

La gran ventaja para los franquiciados es que solo necesitan realizar una inversión pequeña para disponer de los medios, conocimiento, publicidad y estrategias laborales de una empresa más potente.

Inconvenientes de las franquicias

Si bien es cierto que este modelo de negocio reduce los riesgos de expansión de una empresa, hay que tener en cuenta que no está exento de una serie de problemas.

Por ejemplo, la ganancia económica es menor a la de una expansión normal. Para que este sistema resulte rentable, el franquiciador necesita disponer de un alto número de franquicias. Si te acuerdas, antes hemos realizado una comparación de este sistema con la división celular por esporas. Este tipo de reproducción solo es efectiva cuando se emiten muchas, ya que aumenta las probabilidades de crecimiento.

Además, la reputación de toda la empresa está en manos de una persona independiente de la misma. En caso de mala gestión, su imagen se verá afectada. Imagina el caso de un local de comida rápida donde se descuidara el trato o la limpieza. De inmediato, el resto de locales adquirirían esa reputación.

En cuanto al franquiciado, carece de libertad a la hora de dirigir su negocio. Es decir, que tiene que ceñirse a las reglas que le impongan «desde arriba». No puede realizar campañas por su cuenta sin la aprobación de la empresa principal, está atado a los productos y materiales de unos distribuidores fijos, depende al completo de las estrategias que le impongan y tiene un plazo de explotación limitado. En general, este suele ser de 5 años. Aunque puede prolongarse hasta los 20.