Divisas: qué son, para qué sirven y cuáles son sus tipos

Los billetes y monedas que empleamos en España para realizar compras y pagos pertenecen a un tipo de moneda oficial llamada Euro. A su vez, también se utiliza en 19 países más, pertenecientes a los Estados miembros de la Unión Europea.  El resto de naciones, por el contrario, usa otro tipo de moneda oficial dentro de su territorio. Cuando esa moneda no oficial se usa en España o en la zona Euro – a través de una transferencia, por ejemplo- cambia su denominación monetaria de divisas.

Para qué sirven las divisas

Principalmente, para poder realizar actividades comerciales por todo el mundo. Si os acordáis, en el pasado España tenía como moneda oficial la peseta y era necesario cambiarla en los bancos cada vez que viajábamos al extranjero. De igual manera sucedía en las empresas cada vez que compraban materiales o recibían un pago por exportación.

El paso de las pesetas a la divisa extranjera estaba sujeto al tipo de interés de la moneda en cuestión, por lo que había momentos “buenos” para adquirirla y otros “malos” para cambiarla. Esto provocaba un seguimiento de mercado constante para saber cuál era el mejor momento para invertir en un país determinado y cuándo era mejor no emplear la divisa en cuestión. 

Con la llegada del Euro, la fluctuación de la moneda oficial dejó de ser un problema en la zona Euro dentro de la Unión Europea. Esto ha permitido potenciar el comercio entre los diferentes países miembros y fortalecer el tipo de cambio con respecto al resto de divisas.

Sin embargo, las relaciones comerciales con el resto del mundo siguen manteniendo el sistema de divisas bien activo. No podemos olvidarnos de que los dos grandes gigantes económicos mundiales, Estados Unidos y China, cuentan con sus propias monedas oficiales, el dólar y el yuan. Si una empresa quiere abrir una línea de negocio en dichas naciones, necesitará disponer de su moneda oficial en su parte de activo.

Esto enlaza con el siguiente uso de las divisas, muy similar al funcionamiento de la Bolsa. Porque, debido a las fluctuaciones monetarias –recordemos las últimas crisis económicas-, la acumulación de divisas en tiempos “malos” incrementará su valor económico tras la recuperación. Una adecuada inversión financiera redundará en beneficios más altos. Obviamente, con el riesgo habitual de las operaciones bursátiles.

Tipos de divisas

Desde el punto de vista internacional, las divisas representan el nombre de cada una de las monedas oficiales de cada nación. Las más importantes en la actualidad son las siguientes:

  • Corona noruega (NOK)
  • Corona sueca (SEK)
  • Dólar australiano (AUD)
  • Dólar canadiense (CAD)
  • Dólar estadounidense (USD)
  • Dólar de Hong Kong (HKD)
  • Euro (EUR)
  • Franco suizo (CHF)
  • Libra esterlina (GBP)
  • Yen japonés (JPY)
  • Yuan chino (CNY)

divisas

Su valor no solamente reside en la fortaleza económica de cada país, sino también en que se pueden utilizar en diferentes partes del mundo. Bien porque tengan acuerdos políticos –como sucede en varios países europeos no pertenecientes a la Unión Europea- o porque su moneda nacional sea muy débil, estas divisas conviven o sustituyen a la moneda oficial sin problemas para cualquier aspecto comercial, ya sea a nivel individual o corporativo.

Esto hace que las divisas reciban un apellido concreto, en función de los lugares donde se pueda convertir. A continuación, mostramos la tipología de cada una de ellas con su explicación

  • Divisa convertible: aquella que se puede usar en todo el mundo. Solo hay once: corona sueca, corona noruega, corona danesa, dólar americano, dólar canadiense, dólar australiano, dólar neozelandés, euro, libra esterlina y franco suizo.
  • Divisa no convertible: moneda oficial que se emplea dentro de un territorio nacional único. Es decir, el resto de moneda. 
  • Divisa bilateral: una divisa no convertible que se puede emplear en otro país, siempre y cuando haya un acuerdo entre ambas naciones.
  • Divisa fuerte: un tipo de moneda oficial cuya fluctuación de valor es estable.
  • Divisa exótica: la que no tiene una relevancia significativa dentro del mercado internacional. 

 

Cómo funciona el mercado de divisas

Si queremos adquirir una divisa (por ejemplo, coronas suecas), lo primero que tenemos que saber es que podemos disponer de la misma de manera inmediata o no. Es lo que se llama divisa al contado o a plazo. O, en inglés, spot y forward. Más o menos, dependerá de su disponibilidad para poder escoger entre una u otra. 

El siguiente aspecto a tener en cuenta es el tipo de cambio, que se define como el valor de una divisa con respecto a otra en un momento determinado. En Internet contamos con una serie de páginas que ofrecen 
convertidores automáticos actualizados, lo cual nos permite saber a cuánto está cada moneda al instante.

El mercado de divisas se conoce con el nombre de Forex (Foreign Exchange) o por su forma reducida de FX. Aquí se manejan los precios de venta (llamados Bid) y los de compra (denominados Offer). La diferencia entre uno y otro se conoce como Spread